La beatificación del Fundador del Opus Dei

El Tiempo, Santa Fe de Bogotá, 8-V-92

UNA FECHA YA PRÓXIMA

La beatificación de Monseñor Escrivá

Por OCTAVIO ARIZMENDI POSADA

El proceso de beatificación de Monseñor Escrivá de Balaguer fue iniciado en 1981, seis años después de su fallecimiento, por decreto del Santo Padre, previo el Nihil Obstat (no objeción) de las Sagradas Congregaciones para la Doctrina de la Fe y para las Causas de los Santos. La evidencia de la fama de santidad de Monseñor Escrivá era patente: cerca de seis mil cartas enviadas a la Santa Sede por personas de más de 100 países, entre otras: 69 Cardenales, 241 Arzobispos, 987 Obispos (más de la tercera parte del episcopado mundial) y 41 superiores de órdenes y congregaciones religiosas.

Había cartas de jefes de Estado, de personalidades de la cultura y de la ciencia y de personas de todos los niveles sociales que, o habían conocido a Monseñor Escrivá, o habían leído sus obras o habían oído hablar de él a personas que lo conocían personalmente. Igualmente, se presentaron a la Sagrada Congregación varios volúmenes con testimonios escritos por muchas personas sobre el Siervo de Dios, entre los cuales había uno del Santo Padre Juan Pablo I, escrito y publicado por él un mes antes de ascender al Pontificado. También se presentaron colecciones de miles de relatos firmados, de favores obtenidos por los fieles, por su intercesión.

En ejecución del decreto de la Santa Sede se iniciaron dos procesos para la investigación sobre la vida y virtudes del Siervo de Dios: uno en Roma y otro en Madrid. Dichos procesos se prolongaron durante seis años y medio; tuvieron 980 sesiones; la tercera parte de los testigos habían conocido y tratado al Siervo de Dios, por períodos entre 20 y 40 años. Más de la mitad de los testigos no pertenecían al Opus Dei y había 11 ex-miembros de la institución. Entre los testigos hubo cuatro Cardenales, cuatro Arzobispos, siete Obispos, 28 sacerdotes y cinco religiosos.

Como ocurre en todas las causas similares, no faltaron voces desfavorables. ¿Cuál personaje de importancia histórica no ha tenido contradictores, incluyendo a los santos?

Entre la documentación entregada a la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos, el Postulador de la Causa presentó las publicaciones difamatorias contra el Siervo de Dios aparecidas hasta entonces. Las declaraciones de los testigos oídos comprendían 22 volúmenes con 11.000 páginas y los documentos presentados, 11 volúmenes.

Después de cumplir todo lo que manda el Derecho Canónico, para ser declarado beato, la Sagrada Congregación, por votación secreta, aprobó el decreto correspondiente y fue promulgado por el Papa el 9 de abril de 1990.

Posteriormente la Sagrada Congregación y el Santo Padre, mediante un decreto reconocieron como milagro atribuido a la intercesión del Siervo de Dios, unto entre los 21 presentados por el Postulador de la Causa, con toda la documentación, pruebas y dictámenes respectivos. Se trató de una curación instantánea y definitiva de un cáncer que estaba en un estado de desarrollo avanzadísimo y grave. Finalmente, el Santo Padre fijó la fecha del próximo 17 de mayo de 1992, para proclamar ante la Iglesia la santidad de vida del Siervo de Dios.

Veamos finalmente lo que Monseñor Escrivá opinaba de la santidad. Una vez dijo lo siguiente: “¿Cuántos santos hay sobre la Tierra? ¡Ninguno! Todos somos capaces de las mayores barbaridades. La santidad está en la lucha -me lo habéis oído decir tantas veces-; en saber que hay defectos y tratar de evitarlos. Nos moriremos así: estando camino de ser santos. Si no, ¡cualquiera nos aguantaría! No podríamos ser santos; seriamos unos soberbios. La santidad está en tener defectos y luchar contra ellos; pero nos moriremos con defectos”. (Tertulia del 13-VII 1968).

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