Ser hombres de criterio - Camino n. 33

Camino 33. Nunca quieres “agotar la verdad”. -Unas veces, por corrección. Otras -las más-, por no darte un mal rato. Algunas, por no darlo. Y, siempre, por cobardía. Así, con ese miedo a ahondar, jamás serás hombre de criterio.

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EDICIÓN CRÍTICA

Este punto está redactado a partir de una experiencia de San Josemaría. Transcribo un párrrafo de la carta que escribió a Juan Jiménez Vargas en octubre de 1938:
«Muy querido Juanito: Ayer vino X. y D. Manuel [Dios Nuestro Señor] dispuso las cosas muy bien para que desde ayer deje ese amigo de trabajar en su empresa [el Opus Dei]: todo salió con mucha suavidad, aunque mi hermano Josemaría [es decir, el Autor] –como es tan melón– se pasó sus malos ratos. Yo 'agoté la verdad', sistema que pienso seguir siempre; antes no lo seguía, por una razón humana (educación, politesse), otra sobrenatural (caridad)... y un poquito de miedo a prolongar los malos ratos. Ahora me he persuadido de que la verdadera finura y la verdadera caridad exigen llegar a la médula, aunque cueste» [1].

Juan Jiménez Vargas

Como se ve, el punto tiene carácter autobiográfico: describe la batalla interior del propio San Josemaría, que tenía una enorme capacidad de querer —especialmente a los hijos de su espíritu— y se le hacía durísimo decir a alguien que «así» no se podía seguir... Vid el comentario al punto 37.



[1] Carta de San Josemaría Escrivá a Juan Jiménez Vargas, Burgos 13-X-1938; EF 381013-3. Idem a Ricardo F. Vallespín, Burgos 13-X-1938; EF 381013-1:
«Vino X. y todo salió como sobre ruedas. Me apresuro a comunicártelo, porque sé que te alegrarás. Yo, también; pero pasé malos ratos, al 'agotar la verdad', que es el nuevo sistema que seguiré mientras Dios me dé vida, aunque sea duro para mí. A última hora, yo no monto nada y sufrir es siempre fecundo».

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