Durante varios años he estado viviendo en centros del Opus Dei y, gracias a Dios, continúo viviendo en uno. Se trata de la residencia que atiende la Asociación Juvenil Tambre, en Pontevedra. La vida en este pequeño centro no es nada especial. La diferencia de edades entre los demás residentes y la mía es bastante notable, de hecho, tres de las personas que viven conmigo podrían ser mis abuelos, y hay otros dos que podrían ser mis padres... gracias a esta experiencia he ganado bastante conocimiento de la vida ¡qué importante es aprender a envejecer! es una ciencia que supone humildad y bastante capacidad de sacrificio. Gracias a Dios, en el Opus Dei luchamos por mejorar día a día... en todas las circunstancias de nuestra vida se libra en nuestro interior una batalla, una batalla de amor que hemos de ganar con la gracia de Dios.
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