El Opus Dei en Galicia [Vigo, Coruña, Lugo, Orense, Santiago, Ferrol, Pontevedra]

Algunos rasgos de esta realidad de la Iglesia Católica en tierras gallegas

1. San Josemaría en Galicia
2. Los primeros miembros del Opus Dei en Galicia
3. El carisma del Opus Dei en Galicia
4. Luchar cada día por mejorar
5. ¿Qué persigue el Opus Dei?
6. Camino y Via Crucis en gallego
7. Cooperadores gallegos del Opus Dei
8. Beatificación y canonización del Fundador
9. El Prelado del Opus Dei en Galicia, 1995
10. Algunas iniciativas de evangelización en Galicia
11. Al servicio de la mujer gallega
12. Para la formación y educación de los hijos
13. Buscando soluciones de futuro para el campo gallego

1. San Josemaría en Galicia

San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, estuvo por primera vez en Galicia en julio de 1938, con motivo de una peregrinación a Santiago para ganar el jubileo del Año Santo de 1937, que se había ampliado un año más a causa del conflicto.
Antes de partir para Santiago dijo: “Pedid por mí: que este Jubileo jacobeo me limpie y encienda el alma“.
S la derecha altorrelieve de la parroquia de san Jorge (Coruña)
San Josemaría hizo numerosos viajes a Galicia para dar los primeros pasos del Opus Dei en estas tierras. Vino en septiembre de 1943, en febrero, junio y septiembre de 1945, en 1946, en 1947 y 1948. La última vez que estuvo en Galicia fue en julio de 1961. En febrero de 1945 se entrevistó con sor Lucia y desde allí pasó a Portugal.Mantuvo gran amistad con el vigués don Leopoldo Eijo y Garay, que era obispo de Madrid cuando se fundó el Opus Dei, y con el obispo de Tui-Vigo, fray José López Ortíz, al que había conocido cuando estudiaba en la universidad de Zaragoza.

2. Los primeros miembros del Opus Dei en Galicia

Los primeros miembros del Opus Dei, sacerdotes y laicos, llegaron a Santiago en 1943. Uno de ellos fue el que sería años después un conocido canonista, el sacerdote Amadeo de Fuenmayor.
Poco a poco fue creciendo la labor apostólica entre mujeres y hombres de diversos ámbitos sociales de la capital.
En 1945 se instaló el primer centro del Opus Dei en la compostelana Rúa Nueva.
En 1948, algunos miembros y cooperadores del Opus Dei pusieron en marcha un empeño educativo y apostólico de carácter universitario -el Colegio Mayor La Estila– con el deseo de servir a la Universidad y la cultura gallega.

Esta iniciativa académica ha ido adquiriendo, con el paso del tiempo, un notable arraigo académico y cultural. Celebró su cincuentenario hace unos años, con la asistencia de numerosos antiguos residentes de casi todas las promociones.

3. El carisma del Opus Dei en Galicia

En toda la sociedad gallega
El mensaje del Opus Dei se ha ido difundiendo a lo largo de los años entre los ambientes más variados de Galicia: entre personas del medio rural, de la universidad, de la mar, del mundo del arte, de la cultura, de la diversión, de la educación, etc.
Para atender espiritualmente a estas personas, dispersas a todo lo largo y ancho de la geografía gallega, se han ido abriendo durante las últimas décadas diversos centros del Opus Dei en diversas ciudades: al principio en Vigo y A Coruña; luego, enOurense, Ferrol, Pontevedra y Lugo.
Han aparecido en diversos medios de comunicación algunos testimonios de gallegos que cuentan su experiencia en el Opus Dei, como Carlos García Estraviz, un méd
ico especialista en cuidados intensivos; el pintor Fernando Artal.
Paco Sánchez Toucedo, marinero, que se dedica al cultivo del mejillón en las bateas de la Ría de Arousa cuenta su experiencia vital.
La contribución más importante del Opus Dei es la vivificación de la vida cristiana de muchos fieles de la Iglesia Católica y la ayuda a muchas personas que sin tener la fe, buscan sinceramente a Dios.
Como señalaba san Josemaría, las iniciativas sociales que han puesto en marcha los fieles y cooperadores del Opus Dei en el mundo -algunos de ellos no cristianos o no católicos- “son lo de menos: la labor principal del Opus Dei es el testimonio personal, directo, que dan sus socios en medio del propio trabajo ordinario. Y, para esto, la enumeración no sirve.
Numerosos gallegos -padres y madres de familia, sacerdotes, profesionales jóvenes, personas del campo, gentes del mar y de los ámbitos sociales más variados- han ido incorporando en su vida el carisma del Opus Dei: la santificación del trabajo y el encuentro con Cristo en medio de las actividades cotidianas.
Encarnita Ortega, una de las primeras mujeres del Opus Dei, de Puente Caldelas, Pontevedra

La finalidad del Opus Dei

El Opus Dei difunde en el mundo el mensaje de la santidad en la vida cotidiana, por medio de la santificación del trabajo ordinario y ayuda a las mujeres y hombres que se forman al calor de su espíritu -solteros y casados, sacerdotes y laicos, jóvenes y ancianos- a fortalecer su encuentro personal con Dios, de forma que cada uno, cada una, asuma con responsabilidad y libertad sus compromisos bautismales.
Recuerda el sentido de la filiación divina y enseña a vivir con la alegría de los hijos de Dios; enseña las consecuencias del riesgo de la libertad ayudando a cristianos y no cristianos a vivir con un profundo sentido de su propia responsabilidad como bautizados, como ciudadanos.
Ese sentido de la responsabilidad les debe llevar a luchar cada día por unirse más con Dios y a servir mejor a los demás, asumiendo los propios errores personales, y a luchar, día tras día, con la ayuda de la gracia, por mejorar y superar los propios defectos; y construir, junto a sus conciudadanos, un mundo más justo, más libre y más humano.

5. ¿Qué persigue el Opus Dei?

La finalidad del Opus Dei es, como recordaba su fundador, netamente espiritual. Josemaría Escrivá contestaba así a la pregunta de un periodista, recogida en un libro de entrevistas Conversaciones:

Todo interés que no sea puramente espiritual está radicalmente excluido, porque la Obra pide mucho —desprendimiento, sacrificio, abnegación, trabajo sin descanso en servicio de las almas—, y no da nada.

Quiero decir que no da nada en el plano de los intereses temporales; porque en el plano de la vida espiritual da mucho: da medios para combatir y vencer en la lucha ascética, encamina por caminos de oración, enseña a tratar a Jesús como un hermano, a ver a Dios en todas las circunstancias de la vida, a sentirse hijo de Dios y, por tanto, comprometido a difundir su doctrina.

Una persona que no progrese por el camino de la vida interior, hasta comprender que vale la pena darse del todo, entregar la propia vida en servicio del Señor, no puede perseverar en el Opus Dei, porque la santidad no es una etiqueta, sino una profunda exigencia.
Por otra parte, el Opus Dei no tiene ninguna actividad de fines políticos, económicos o ideológicos: ninguna acción temporal. Sus únicas actividades son la formación sobrenatural de sus socios y las obras de apostolado, es decir, la continua atención espiritual a cada uno de sus socios, y las obras corporativas apostólicas de asistencia, de beneficencia, de educación, etcétera.
Los socios del Opus Dei se han unido sólo para seguir un camino de santidad, bien definido, y colaborar en determinadas obras de apostolado.
Sus compromisos recíprocos excluyen cualquier tipo de interés terreno, por el simple hecho deque en este campo todos los socios del Opus Dei son libres, y por tanto cada uno va por su propio camino, con finalidades e intereses distintos y en ocasiones contrapuestos.

Fieles del Opus Dei en Galicia. Algunos datos

De los 85.000 miembros que tiene la Prelatura en todo el mundo, unos dos milviven en Galicia, que cuentan en sus afanes evangelizadores con la ayuda de cientosde cooperadores y amigos en numerosas villas, pueblos y aldeas de la Comunidad Autónoma.

El Vicario de la Delegación del Opus Dei en Galicia es Ángel Lasheras Presas. Nació en La Coruña en 1955 y pertenece a la primera promoción (1972) del Colegio Peñarredonda de esa ciudad.
Es licenciado en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela.
Tras acabar los estudios universitarios llevó a cabo tareas formativas y de dirección en labores con gente joven, primero en la Asociación Albeiro de Vigo (1978-1983) y luego en la Asociación Roiba de Ferrol (1983-1991) ciudad en la que también trabajó como médico y orientador en el Colegio Montefaro.
Durante sus años en Roma (1991-1998) se doctoró en Filosofía por la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. En esa ciudad recibió en 1997 la ordenación sacerdotal. Tras dos años de labor pastoral universitaria en Madrid, se trasladó a Valladolid, donde ha sido Vicario del Opus Dei para Castilla-León, Cantabria y Asturias durante los últimos 9 años.

6. Camino y Via Crucis, en gallego

Camino, en lengua gallega
Ha ayudado a la difusión del mensaje cristiano del Opus Dei la publicación en Galicia de “Camiño”, hace casi cuarenta años.
La primera edición en lengua gallega de este libro, el más conocido del Fundador del Opus Dei, es de 1968.
Se celebró en Santiago de Compostela, con un acto conmemorativo, los 25 años de su aparición en lengua gallega.
Via Crucis, en gallego
Via Crucis, un libro fruto de la oración personal de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, ha sido publicado en lengua gallega cuando se cumplían 25 años de la fecha de su aparición.
Se trata de la segunda obra de San Josemaría traducida al gallego tras la publicación de Camiño en 1968. En 1991 hubo una segunda edición de esta obra, traducida, como la que ahora se presenta, por Luciano Armas.
Consta de breves comentarios a las catorce estaciones del camino de Jesús al Calvario. Está editado por la Editorial Rialp.
La primera edición de Via Crucis apareció en 1981. Desde entonces se han publicado más de 400.000 ejemplares en 20 idiomas, el último de los cuales fue, en el año 2006, la lengua malayalam, hablada en la India.
En el prólogo de la obra, Mons. Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaría, escribía: “El Via Crucis no es un ejercicio triste. Muchas veces enseñó Mons. Escrivá de Balaguer que la alegría cristiana tiene sus raíces en forma de cruz. Si la Pasión de Cristo es camino de dolor, también es la ruta de la esperanza y de la victoria segura”.
La edición gallega fue presentada en Santiago de Compostela en marzo de 2006 en la Fundación Caixa Galicia (Rúa del Villar), en un acto en el que intervino el traductor del libro, el sacerdote lucense Luciano Armas; el Catedrático de Derecho Romano y Presidente del Patronato del Colegio Mayor La Estila, Ángel Gómez-Iglesias; yMaría Luisa López, especialista en cultura gallega.
El acto de presentación también tuvo lugar en Lugo, con la presencia del Sr. Obispo, Mons. José Gómez; en Vigo y en Ourense.

7. Cooperadores del Opus Dei

¿Quiénes son?

Los cooperadores del Opus Dei son hombres y mujeres, católicos y no católicos, creyentes y no creyentes de todo el mundo, que participan o sintonizan con los empeños apostólicos y de los ideales cristianos -o de los empeños apostólicos, en su vertiente simplemente humana- de las mujeres y los hombres del Opus Dei.
Es decir, son personas que, sin ser miembros de la Prelatura, ayudan a la misión del Opus Dei –llevar la felicidad del anuncio de Cristo- de diversas maneras.
Pueden ser parientes, amigos, colegas o vecinos de las personas el Opus Dei, o de otros cooperadores. O personas que han participado en la labor apostólica del Opus Dei, y desean poner su granito de arena en la tarea de promoción humana y social que realizan los miembros y cooperadores de la Prelatura.—–
En la práctica, ser cooperador del Opus Dei supone un afán de apoyo y colaboración con unas iniciativas en servicio del hombre y de la sociedad que promueve el Opus Dei, se participe o no del sentido cristiano que empapa esas iniciativas.
¿Cómo se puede cooperar?

Se puede cooperar rezando a Dios por el Opus Dei y sus empeños evangelizadores en servicio de Dios y de los hombres, con el deseo de construir una sociedad más humana y más digna del hombre; o ayudando la acción apostólica, resolviendo las dificultades que debe superar cualquier empeño.
Unos cooperadores ayudan con donativos; otros realizan una gestión determinada; otros, ayudan a enviar unas cartas; otros, ceden su casa durante unas horas o unos días para una actividad evangelizadora, etc.

Los cooperadores se benefician de la oración que los fieles del Opus Dei ofrecen diariamente por todos los que ayudan o han ayudado de cualquier forma en esta e tarea de acercar el mundo a Dios. La Santa Sede ha concedido indulgencias que los cooperadores pueden ganar en unas determinadas fechas del año, si cumplen las condiciones establecidas por la Iglesia —confesión sacramental unida a la conversión del corazón, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa— y por devoción, sus obligaciones como cooperadores.
En Galicia
Numerosos gallegos, trabajadores de los más diversos ámbitos sociales -como José Sande, un ginecólogo de El Ferrol- cooperan con las actividades de esta Prelatura personal de la Iglesia Católica.

8. Beatificación y canonización del Fundador, 1992 y 2002

La Beatificación del fundador fue un motivo de gran alegría entre las personas que participan de la formación cristiana de la Prelatura del Opus Dei.

Algunos gallegos organizaron en Tuy una exposición sobre el mensaje de san Josemaría. Ese mensaje lleva a luchar por indentificarse con Cristo en medio de la vida cotidiana, esforzándose por santificar el trabajo y las obligaciones familiares y sociales.
Unos cuatro mil gallegos acudieron a Roma con motivo de la Beatificación en 1992 y una cifra similar acudió a Roma, en octubre de 2002, con motivo de la canonización de san Josemaría.

9. El Prelado del Opus Dei en Galicia, 1995

Junio de 1995
El Prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, visitó Galicia en junio de 1995, donde se reunió con un gran número de parsonas en un viaje de hondo sentido pastoral.
Firmó en el libro de Oro de la Catedral de Santiago -escena que recoge la fotografía- a la que peregrinó por primera vez, desde Burgos, el Fundador del Opus Dei en 1938, para ganar el Jubileo.
Un diálogo de amor
Durante su estancia en tierras gallegas el prelado saludó al Obispo-Administrador diocesano, rezó ante la tumba del Apóstol y dio el tradicional abrazo al Santo.
Se celebraron con motivo de su visita varios encuentros en diversas ciudades gallegas en los que los asistentes -personas que participan en la labor evangelizadora del Opus Dei, miembros, cooperadores y amigos, cristianos y no cristianos- le fueron formulando cuestiones sobre temas candentes del mundo actual -siempre en clave espiritual- y de la vida cristiana.
¡Qué gran posibilidad tiene cada uno de vosotros -dijo en uno de esos encuentros- de convertir toda su existencia cotidiana en un diálogo continuo de amor!
En A Coruña

Más de 13.000 personas -en su mayoría, familias- participaron en el encuentro que tuvo lugar en el “Coliseum” de A Cor
uña.
Fue un encuentro entrañable, con numerosas muestras de afecto hacia el Prelado: por ejemplo, los vecinos de Puenteareas prepararon ante el estrado del Coliseo una alfombra de flores y le recibieron a su llegado los gaiteros de Maniños.
Refiriéndose a aquella alfombra, una obra de arte, dijo: “pienso que detrás de cada uno de estos trabajos habrá mucha oración. Ofrezco a Dios la tarea que han realizado aquí como oración, y pido al Señor que bendiga a todos los que la han trabajado materialmente”.
Muchos padres del Colegio Peñarredonda, cercano al Coliseum -un colegio que cuenta con la asistencia espiritual de sacerdotes del Opus Dei- participaron en la preparación del acto.
Diversos padres de familia hicieron preguntas sobre cómo podían mejorar como esposos o en la educación de sus hijos. En la fotografía siguiente, con la familia de Roberto y Laura.
El Prelado les recordó las enseñanzas de la Encíclica Evangelium vitae que había aparecido recientemente y les animó a vivir con un fuerte sentido de solidaridad y cooperación con todos.

En los encuentros de catequesis, le hicieron numerosas preguntas sobre la vida cristiana. En la fotografía, Rodolfo, un supernumerario del Opus Dei, arquitecto y orientador familiar le pregunta al Prelado por la familia, contándole que había venido su familia al completo a aquel encuentro: su mujer, sus siete hijos, sus cuatro nueras… Le contó que tenía catorce nietos y uno en camino.
El Prelado del Opus Dei, le dijo, al final de su respuesta:
Familias crisianas de Galicia, no se trata de que no os separéis, sino de que lo llevéis al plano positivo. ¡Uníos, quereos más, mucho más!
Que no solamente os necesitan vuestros hijos, sino también vuestros amigos, vuestros colegas y los hijos de vuestros amigos, vuestros colegas ylos hijos de vuestros amigos, de vuestras amigas y vuestros colegas.
Vivid cristianamente en familia: daréis mucha paz a vuestra vida y a vuestros hijos, y seréis punto de referencia donde se cobijarán y aprenderán muchas otras familias.

10. Algunas iniciativas de evangelización en Galicia

Han ido surgiendo en las últimas décadas, diversos empeños educativos, de solidaridad y de promoción social en diversos puntos de Galicia, promovidos por personas del Opus Dei y cooperadores.
Entre ellos están el Colegio Mayor Arosa en Santiago (en la fotografía); el Centro de Formación Profesional Aloya (Vigo) o las Asociaciones Culturales Aguia, en A Coruña, El Club Albeiro en Vigo, etc.
Participan en las actividades de Olbeira sacerdotes y laicos, personas maduras, ancianos y jóvenes; padres y madres de familia, estudiantes, personas del sector agrario, intelectuales, de toda Galicia.
Esas actividades de evangelización, de perfeccionamiento educativo y humano se van acomodando a las diversas circunstancias, necesidades y perfiles culturales de los asistentes: retiros espirituales, cursos profesionales, ciclos de conferencias, jornadas universitarias, convivencias de verano, etc.

11. Al servicio de la mujer gallega

El Prelado del Opus Dei habla sobre la mujer

Juan Pablo II —en la Carta que dirigió a las mujeres en el mes de junio pasado— señalaba que el feminismo ha sido una realidad sustancialmente positiva. Es cierto que algunos excesos se han mostrado, a la postre, dañinos para la mujer. Pero podríamos decir que han sido los efectos secundarios. Lo importante es que se han conseguido muchas mejoras relativas a la condición de la mujer en el mundo.
Cuando he hablado de feminismo auténtico he querido referirme a todo aquello que supone servir a la causa de la mujer. Pienso que en el camino del feminismo se han atravesado otras reivindicaciones (la revolución sexual, el miedo demográfico) que han terminado por desviar el movimiento para la liberación de la mujer de sus verdaderos fines.
Por eso, considero que el verdadero feminismo tiene todavía muchos objetivos que alcanzar. Son aún frecuentes las situaciones degradantes para la mujer, que han de ser modificadas: violencia —en el ámbito social y en el ámbito doméstico—, discriminación en el acceso a la educación y a la cultura, situaciones de dominación o falta de respeto, etc.
El núcleo del verdadero feminismo es, como resulta obvio, la progresiva toma de conciencia de la dignidad de la mujer. Muy distinto es, en cambio, el núcleo de otros feminismos —de ordinario, agresivos—, que lo que pretenden es afirmar que el sexo es antropológicamente y socialmente irrelevante, limitándose su relevancia a lo puramente fisiológico.
La toma de conciencia de la dignidad de la mujer ha de difundirse entre las propias mujeres, erradicando toda forma de complejo de inferioridad. Y teniendola valentía de llamar a las cosas por su nombre: rebelándose también, por ejemplo, ante los estragos que causa el vergonzoso negocio de la pornografía; ante la triste y equivocada afirmación del derecho a provocar el aborto; ante la desgracia social —no es otra cosa, además de la ofensa a Dios— del divorcio.
Pero esa toma de conciencia de la dignidad de la mujer ha de difundirse también entre los hombres, hasta eliminar todo engañoso pensamiento de superioridad y todo deseo de dominio. Es cierto que el feminismo está configurando un nuevo modelo de mujer, pero —en el fondo— está interpelando al hombre, que tiene que aprender a mirar y a tratar a la mujer de un modo nuevo.

12. Para la formación y educación de los hijos

En San Pantaleón das Viñas

En Montecelo, en San Pantaleón das Viñas (Paderne) tienen lugar desde 1972 numerosas actividades dirigidas a la juventud gallega.

En esas actividades se se muestran, junto con el mensaje del Evangelio (vida cristiana, de sacramentos y oración), muchos valores importantes para los jóvenes actuales, como la autoeducación en el propio uso de la libertad, el sentido de la solidaridad, el cultivo de la sobriedad, la responsabilidad social del estudio, el respeto a lo diferente, la capacidad para rectificar los propios errores, la búsqueda de la paz, etc.
Están alentadas por padres de familia gallegos -miembros del Opus Dei, cooperadores, amigos- que coinciden en la necesidad de dar a sus hijos una educación en valores humanos y cristianos.
Formando en el espíritu de convivencia

Los padres y los preceptores que coordinan estas actividades se esfuerzan para que, además de ofrecer actividades de ocio y tiempo libre, estimulen a sus hijos en su sentido de convivencia y les ayuden en un espíritu de apertura y acogida a los demás, genuinamente cristiano, frente a ciertas actitudes sociales de violencia, discriminación y rechazo social al otro, que tienen una influencia tan negativa en la juventud.

Las actividades que se llevan a cabo en Montecelo tienen formulaciones muy variadas, en funci

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