>[Opus Dei] Matrimonio

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  • A. Fines y propiedades del matrimonio.
  • B. ¿Cómo se llega al matrimonio?
  • C. ¿Cómo conservar el matrimonio?

A. FINES Y PROPIEDADES DEL MATRIMONIO

1. Tipos de unión entre personas.- Las personas se unen de diferente modo según los fines que pretendan. Así hay uniones profesionales, deportivas, comerciales, etc.

2. ¿Existen uniones para tener placeres sexuales? Estas uniones reciben varios nombres según lo que se pretende realizar: concubinatos, adulterios, uniones sodomíticas (homosexuales), etc.

3. ¿El matrimonio es una unión para tener placeres sexuales? No, no. El matrimonio no se incluye entre este tipo de uniones. Quienes buscan sexo prefieren obtenerlo sin compromisos y sin necesidad de casarse. Quienes se casan no lo hacen con el fin principal de obtener esos placeres.

4. ¿Cuál es el fin del matrimonio? El fin del matrimonio es formar una familia. Y esto implica dos fines:

  • El amor a los hijos.- Quienes se casan desean el bien a sus hijos (primero el don de la vida; luego, su educación; incluyendo la felicidad eterna). Quienes desean tener hijos se casan. Este es el fin principal del matrimonio.
  • El amor mutuo.- El apoyo, la ayuda, el deseo de buscar el bien del otro. Aquí puede ser interesante ver el amor.

5. Consecuencias.

  • Normalmente una familia requiere una vida en común más o menos intensa, por el bien de los hijos y de los esposos. Sin embargo, el mismo bien de todos admite excepciones a esta regla. Por ejemplo, los marinos, los que trabajan en el extranjero, etc.
  • El bien de los hijos exige al matrimonio una estabilidad hasta su emancipación o al menos hasta su mayoría de edad. Más aún, los hijos no desean que sus padres se separen nunca.
  • El amor mutuo reclama el respeto a la dignidad del otro.

6. ¿Qué reclama la dignidad del otro? Sobre esto puede verse el tema dignidad. Resumamos:

  • La dignidad del alma exige un respeto a su religión y prácticas piadosas. Y eleva la categoría del cuerpo.
  • La dignidad del cuerpo reclama una entrega mutua y exclusiva, de modo que un ser humano no vaya de mano en mano, como un objeto. Esto descarta la poligamia, el divorcio, el adulterio, etc. De aquí nacen las propiedades esenciales del matrimonio.

7. ¿Cuáles son las propiedades esenciales del matrimonio? Son dos y suelen resumirse en la frase: uno con una y para siempre.

  • unidad: uno con una.
  • indisolubilidad: para siempre.

8. ¿Estas propiedades son sólo del matrimonio católico? La Iglesia católica cuida mucho la dignidad de los seres humanos, pero la unidad e indisolubilidad del matrimonio son consecuencia de la dignidad humana, con independencia de la religión que se practique.

9. ¿Y qué añade el matrimonio católico? El sacramento del matrimonio:

  • aporta ayudas divinas para cumplir los deberes matrimoniales.
  • fortalece la estabilidad, dando mayor seriedad al compromiso. Añade un vínculo espiritual comparable al de Cristo con su Iglesia.

B. ¿CÓMO SE LLEGA AL MATRIMONIO?

1. ¿Qué proceso conduce al matrimonio? En general suele seguirse este camino:
– De modo natural hay una atracción mutua entre personas de sexo opuesto.
– Esa atracción general se intensifica hacia una persona. Hay un deseo de estar con ella, de verla, de conversar. Hasta aquí nos movemos en el campo del amor-sentimiento: esa persona me cae bien.
– Enseguida surge un deseo de buscar el bien para esa persona, y comenzamos a entrar en el terreno del amor-caridad. (Sobre los dos tipos de amor, ver amor).
– Aparece una bifurcación:

  • Si la atracción mutua se deja sin control, el instinto animal se impone, y se buscan y obtienen placeres sexuales. De este modo, el amado pasa a ser algo que me da gusto. Lo aprecio y lo utilizo. Así se llega a la fornicación, amor libre, amantes, etc.
  • Si el egoísmo se domina y se dan pasos en el servicio hacia esa persona, el amor-caridad aumenta, y llega un momento en que uno desea dedicar la vida entera al otro. Esta entrega mutua conduce al matrimonio.

C. ¿CÓMO CONSERVAR EL MATRIMONIO?

1. ¿Cómo mantener el matrimonio? El matrimonio se conserva en la medida que se mantienen los motivos que lo originaron: el amor, el deseo de formar una familia, tener hijos y educarlos, el deseo de ayudarse mutuamente, etc.

2. ¿Ejemplos sobre conservar el amor? El amor presenta dos facetas y conviene fomentar las dos.

  • El amor-caridad se refuerza buscando el modo de hacer un bien o un servicio al otro, o a la familia.
  • El amor-sentimiento es menos estable y reclama varios cuidados. Por ejemplo:
    – Olvidar pronto los fallos del otro, para que no alimentar el odio.
    – Prestar atención a los aciertos y buenas cualidades del otro, para reforzar los sentimientos de aprecio.

3. ¿Qué cualidades favorecen la estabilidad matrimonial? Hay varias que conviene ejercitar:

  • El dominio de los propios gustos, para saber ceder cuando sea necesario (los dos).
  • La paciencia, evitando muchos males mayores.
  • El control de la ira y la lengua, evitando hechos y palabras que separan.
  • Un ánimo generoso y servicial, que disminuya el egoísmo. Esto no significa que uno deba hacerlo todo. Los demás han de colaborar, para que ellos también sean serviciales y generosos.

4. ¿Y la lealtad? Desde luego la lealtad es imprescindible: uno debe ser fiel a la palabra dada y cumplir los compromisos adquiridos. Por ejemplo, en las discusiones no se debe amenazar con la separación o el divorcio. La fidelidad es intocable, no se juega con ella.

5. ¿Los hijos refuerzan el matrimonio? Mucho, y por varios motivos:

  • Cada hijo aporta alegrías y dificultades. Y pasar juntos esos momentos fortalece la unión de los esposos.
  • Cada hijo reclama atención y libera del egoísmo. Se adquiere la costumbre de interesarse por los demás, y allí se incluye al otro.
  • El deber de cuidar a los hijos aumenta la responsabilidad de mantenerse unidos.

6. ¿El sexo ayuda? La atracción natural entre los dos sexos es buena ayuda para reforzar la unión. Esta ayuda disminuye en los lugares donde se acepta la pornografía, pues con ella el atractivo sexual se dirige hacia otra persona o hacia placeres propios.

7. ¿Y si ya no nos queremos? Pues ámense: fomenten su amor, enamórense de nuevo, estrenen de nuevo su noviazgo, cortejen a su marido, a su mujer… Es el amor de su vida.

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