[Opus Dei] Diseñadora de la moda gallega

Al diseño, por la pintura
Tras casarse, se dedicó durante algunos años a la educación de los hijos, mientras eran pequeños. Más adelante, en 1980, “con la ayuda de mi marido, me inicié en el mundo del diseño de moda”. Era empresario textil y le animó a trabajar en ese campo. En su opinión, “Pintura y diseño tienen mucho en común, como expresiones artísticas. Lo que puedes hacer en la paleta también lo puedes hacer en el diseño. Además, gracias a la pintura, llegué a tener conocimiento esencial de los colores, y esto es fundamental en el mundo de la moda”.

Recuerda su desembarco en el grupo de moda gallega que se formó años después…Un profesional de la imagen de Orense supo descubrir la importancia de algunos diseñadores gallegos y creó un grupo que coloquialmente llamaban “los siete magníficos” de la moda gallega, que recibieron mucho apoyo para exponer y difundir sus creaciones, en España y el extranjero. “A él se debe, en realidad, la famosa frase, la arruga es bella”, recuerda. Chicha Solla y otra diseñadora fueron las primeras mujeres que entraron en el equipo de Galicia moda, con diseños para la mujer.

El primer desfile fue en París, en el 82, y luego siguieron otros, que ayudaron a difundir la marca “moda gallega” en el mundo: Gaudí, Cibeles, Expo de Sevilla, etc. Árabes, japoneses, y profesionales de otros países se interesaron por el diseño gallego.

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Chicha tiene un recuerdo especial para la pasarela “Campus Stellae”, de Galicia, que tuvo cinco ediciones, y sirvió para presentar muchas creaciones de diseñadores gallegos a la sociedad. Eran días de mucho trabajo, pero también ocasión de dar a la sociedad ideas para vestir bien, con elegancia y buen gusto.

Y también recuerda el encargo que le hicieron desde la Xunta, para diseñar el traje gallego de gala, para ceremonias oficiales, de paño, terciopelo y raso….En realidad, la inspiración de Chicha tiene fuertes raíces en su tierra: “Siempre procuré recuperar elementos del vestuario tradicional gallego, para incorporarlos en diseños”, señala.

Para compartir ideas y proyectos, creó en 1987 la “Asociación Gallega de Mujeres en la Moda”, que pronto reunió a profesionales del sector. La Asociación organiza desfiles y actividades culturales relacionadas con la moda, apostando desde el principio por la dignidad de la mujer, y con el deseo de facilitarle una moda elegante y moderna. También se creó un premio, “la tijera de plata”, para aquella persona o institución que se distinga dentro del mundo de la moda.

Siempre contó con el apoyo de su familia. Una grave enfermedad de su marido y el accidente de un hijo le pusieron a prueba hace algunos años:”Gracias a la ayuda de Dios, he podido seguir adelante en esas circunstancias…En realidad, la formación cristiana que me facilitaba el Opus Dei me ayudó desde el principio a rezar y trabajar bien, procurando ser útil a los demás, y a saberme siempre en las manos de Dios, también en esos momentos de graves dificultades. Él me ha hecho fuerte y me ha ayudado a seguir en la brecha, con esperanza. Desde la tienda procuro transmitir mis experiencias a otras personas que pasan dificultades…”.

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Inspiración y empresa

“Mi inspiración está en la calle, en el público que se acerca a mi tienda, en sus deseos; aunque por supuesto no soy ajena a las corrientes europeas…Soy mitad diseñadora y mitad empresaria….”. Me parece interesante hacer un diseño elegante, femenino, para la mujer de hoy, que necesita atender muchos frentes profesionales y familiares, y quiere ir bien vestida, de acuerdo con su dignidad. Ayudo a destacar la belleza que hay en cada una. Cuido especialmente que todas las prendas estén muy bien cosidas… ¡Las personas que trabajan conmigo saben que exijo mucho en el trabajo. Tengo ya un gran equipo de profesionales de la costura! Algunos dicen que es la “marca” de la casa. Me he centrado en vestidos de ceremonia, y me gusta ayudar a mis clientes a ir muy bien arreglados. Y si son novias, también disfruto vistiéndolas en un momento esencial de sus vidas, haciéndoles ver la grandeza del matrimonio. A lo largo de estos años he llegado a tener muchas amistades, que continúan viniendo para las celebraciones de sus hijos y parientes. Me alegra volver a verles y escucharles de nuevo. Saben que siempre estaré dispuesta a compartir sus problemas y ayudarles, además de procurar que vayan muy bien vestidas”.

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